Cuando se trata de alimentar a tu bebé, todos parecen tener una opinión, desde tu suegra hasta tu pareja y hasta los extraños que miran y arrullan a tu bebé. Mucha información valiosa está mezclada con mitos y conceptos erróneos. Aquí tienes lo que los expertos en nutrición para bebés consideran ser los hechos más importantes:
Hay un fuerte vínculo entre obtener los nutrientes adecuados y un desarrollo saludable.
La leche materna combinada con una dieta saludable para la mamá ofrece la nutrición ideal, diseñada para satisfacer las necesidades de tu bebé, con los ácidos grasos adecuados y proteínas y carbohidratos fáciles para digerir, además de las vitaminas y minerales que apoyan el desarrollo del cerebro y el crecimiento en general. Las fórmulas para bebés son adecuadas después de la leche materna. Puedes tener la seguridad que tu bebé está recibiendo el mejor comienzo que puedes darle al amamantarlo o al elegir una fórmula que tenga una nutrición balanceada y recomendada por los expertos, como el DHA y el ARA (tipos de ácidos grasos utilizados por el cerebro y los tejidos nerviosos) y la colina.
Los recién nacidos necesitan mucha grasa para fomentar su rápido crecimiento y el desarrollo del cerebro.
Tanto la leche materna como la fórmula ofrecen grasas y otros nutrientes, como el DHA y el ARA. Al comienzo de cada alimentación, la leche materna, llamada calostro, es baja en grasas. A medida que la alimentación progresa, la leche materna tiene más grasa y la leche posterior más enriquecida se libera hacia el final de la alimentación. El calostro permite a un bebé que sólo tiene sed hidratarse, mientras que un bebé que realmente tiene hambre succionará el tiempo suficiente para obtener la leche posterior más rica y con más grasa.
Sí, es agotador para ti, pero los recién nacidos necesitan alimentarse.
El estómago de un recién nacido es pequeño y sólo puede tomar tanto en una alimentación. Además, las primeras semanas son un período de increíble crecimiento y requieren mucha energía. Como resultado, los recién nacidos amamantados con leche materna se alimentan cada dos a tres horas, y los que se alimentan de fórmula necesitan alimentarse cada tres a cuatro horas.
Puedes usar claves para asegurar que tu bebé esté recibiendo suficiente leche materna o fórmula.
Durante el primer mes, aproximadamente seis o más pañales mojados y tres a cuatro movimientos intestinales al día son buenas señales de que tu bebé está recibiendo suficiente alimento.
El pediatra de tu bebé puede recomendar algunos suplementos.
Debido a que los recién nacidos no obtienen suficiente vitamina D de la luz del sol, los bebés alimentados con leche materna y algunas veces los alimentados con fórmula se les puede dar un suplemento de vitamina D en forma líquida.
Apégate a la leche materna, fórmula o a una combinación de ambas.
Tu recién nacido no necesita agua, jugo, leche de vaca u otros líquidos. A esta edad, tu bebé no necesita alimentos sólidos (como cereales u otros espesantes de leche) sino que dárselos puede ser peligroso. La boca, la lengua y el sistema digestivo de tu bebé no se han desarrollado hasta el punto en que los sólidos se puedan ingerir de manera segura a esta edad.
Cuídate y cuida también a tu bebé.
Si estás amamantando, todavía estás comiendo para dos, y el más pequeño de los dos no tendrán miedo de robarte los nutrientes. Come saludable y toma muchos líquidos, hierro, calcio y DHA. Si estás alimentando a tu bebé con fórmula, es importante que tengas una dieta saludable para que estés en un estado óptimo, con mucha energía para alimentar a tu bebé en su sorprendente desarrollo.