Ya sabes que comer por dos no significa simplemente comer más: Significa que necesitas más nutrientes específicos que te ayuden a mantenerte saludable y ayuden en el desarrollo de tu bebé. Una buena manera de empezar: Intenta comer muchas frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras. Ciertos nutrientes prenatales también son clave.
- El DHA (ácido docosahexaenoico) es un importante ácido graso omega-3. En las mamás, el DHA puede ayudar a controlar la presión arterial. En los bebés, el DHA apoya el desarrollo visual y el desarrollo del cerebro.
Dónde conseguirlo: pescado de agua fría, como el salmón (elige los del tipo salvaje en lugar de piscifactoría), truchas y sardinas; y alimentos fortificados, como huevos y leche. Debido a que el DHA es beneficioso tanto en el útero durante el desarrollo del bebé como después del nacimiento, este nutriente se encuentra en los suplementos prenatales y de lactancia, así como en las fórmulas para bebés. Sólo asegúrate de revisar la etiqueta: no todos los suplementos y fórmulas tienen los niveles de DHA recomendados por expertos (200 miligramos diarios durante el embarazo o el amamantamiento). - El ácido fólico es una vitamina B que nutre el sistema nervioso en el desarrollo de tu bebé y ayuda a protegerlo contra ciertos defectos de nacimiento, incluyendo las anomalías de la médula espinal y el cerebro. La forma sintética en suplementos y alimentos fortificados se llama ácido fólico. Los estudios muestran que las mujeres que consumen 400 microgramos de folato antes de la concepción y durante el embarazo temprano pueden reducir el riesgo de que su bebé nazca con un defecto congénito cerebral o espinal grave hasta en un 70%.
Dónde conseguirlo: cereales fortificados; verduras de hojas verdes, como la espinaca; frutas cítricas, como naranjas; y frijoles secos. Si bien es importante comer una dieta saludable, se recomienda tomar un suplemento prenatal con ácido fólico para que obtengas todo lo que necesitas como Enfamom. Idealmente, comenzarás a tomar tu suplemento prenatal tres meses antes de intentar concebir, pero si aún no lo estás tomando, ahora es un buen momento para comenzar.
También habla con tu médico acerca de otros nutrientes prenatales importantes, como el calcio (para huesos fuertes) y el hierro (para el desarrollo motor, mental e inmunológico).