¿Estás pensando en alimentar con biberón? Ya sea que alimentes con leche extraída, fórmula exclusivamente o complementando tu leche materna, estos consejos pueden ayudarte a comenzar a alimentar a tu bebé con biberón con confianza.
Tu bebé estaba succionando en el útero, por lo que, en la mayoría de los casos, él aprenderá a succionar del chupón de un biberón de inmediato. Es un reflejo natural e instintivo que se activa cuando la boquita del bebé toca el pecho o el chupón del biberón.
Hay varias razones por las que los nuevos papás pueden optar por alimentar con biberón, como la conveniencia. Mamá puede tomar un pequeño descanso y dejar que su pareja, otros niños, la abuela u otra persona compartan en la alimentación. Además, si decides usar fórmula, no tienes que bombear y cualquiera puede preparar un biberón de fórmula.
¿Estás planeando alimentar con fórmula exclusivamente? Entonces puedes empezar a darle a tu recién nacido el biberón tan pronto como la primera hora después del nacimiento. ¡El trabajo de parto y el parto también fueron trabajo para tu solecito! Llega hambriento y ansioso por comer y vincularse.
¿Tienes intención de amamantar? Si estás amamantando a tu recién nacido ahora pero quieres comenzar a ofrecerle un biberón, los expertos dicen que esperes hasta que se establezca la lactancia materna, alrededor de tres a cuatro semanas. Cualquier fecha anterior podría afectar potencialmente tu producción de leche, ya que tus senos necesitan estimulación para producir suficiente leche.1
Cada bebé es diferente. Algunos recién nacidos tomarán el biberón de inmediato, mientras que otros necesitarán un tiempo para adaptarse al cambio. El chupón del biberón es una sensación nueva y los movimientos de succión necesarios para la alimentación son ligeramente diferentes.2 Aquí tienes algunos consejos sobre cómo alimentar a tu bebé con biberón.
Ya sea que estés usando fórmula lista para usar, líquida concentrada o en polvo, sigue las instrucciones de la etiqueta para la preparación según la cantidad que deseas servir. Mide cuidadosamente cada vez que prepares un biberón. La preparación inadecuada de la fórmula podría alterar el sistema digestivo de tu bebé o afectar su ingesta de nutrientes.
La fórmula para bebés y la leche materna en realidad no necesitan calentarse antes de la alimentación.3 Un biberón de leche o fórmula a temperatura ambiente o incluso frío está bien si a tu bebé le gusta. Pero si prefieres calentar el biberón, existen varias opciones para hacerlo.
¿Estás extrayendo tu leche? Estos mismos métodos funcionan para la leche materna refrigerada o descongelada del congelador.
Hay dos cosas que "no debes hacer" para tener en cuenta al preparar el biberón de tu bebé:
Una vez que hayas preparado el biberón, aprieta la tapa del biberón y agita la leche materna o agita la fórmula. Checa la temperatura del contenido del biberón colocando unas gotitas en la muñeca de tu mano. Asegúrate de que las gotitas de la fórmula no estén demasiado calientes o frías; tibias o a temperatura ambiente es perfecto.
La hora de comer es un momento de unión, así que elige un lugar tranquilo donde puedan disfrutar el uno del otro, relajados y sin distracciones. Sostén la cabecita de tu bebé con tu brazo y acúnalo en una posición semivertical, alineando su cabecita y el cuello. Colocar una almohada en tu regazo puede hacerlo más cómodo para ti.
Mantener el biberón en ángulo le permite a tu bebé controlar el flujo a través de la succión. También puede reducir el riesgo de atragantarse, toser e ingerir demasiado aire, lo que podría provocar gases. Si tu pequeñito quiere tomarse un descanso, está bien. Sigue sus señales.
Cambia de lado de vez en cuando. Le da un descanso a tus brazos, cambia la vista de tu bebé y puede ayudarte a evitar desarrollar una preferencia por un lado en particular.
El tamaño del orificio del chupón no debe ser demasiado grande ni demasiado pequeño. Si es grande, puede hacer que la leche o la fórmula fluyan demasiado rápido, poniendo a tu bebé en riesgo de asfixiarse o tragar demasiado aire. Si notas que tu bebé se atraganta o deja que la leche gotee, eso podría indicar que el chupón está fluyendo demasiado rápido.
Un orificio demasiado pequeño puede disminuir el flujo, lo que puede ser frustrante y agotador para el bebé, que puede agotarse por la succión. Algunas señales para tener en cuenta incluyen la pérdida de interés en chupar y morder o jalar el chupón del biberón.
Entonces, ¿cuál es el tamaño correcto del chupón? El orificio del chupón del biberón debe permitir que la leche gotee lentamente cuando se sostiene el biberón boca abajo.
Alimentar con biberón a un recién nacido es una experiencia hermosa tanto para ti como para tu bebé. Pero si tú eres como muchos papás primerizos, puedes encontrarte con desafíos ocasionales de alimentación con biberón. Tal vez tu bebé no tome el biberón, o le cueste un poco cuando lo haga. No entres en pánico. La mayoría de estos problemas son completamente normales y, afortunadamente, también son bastante fáciles de resolver.
Un bebé que duerme una siesta mientras se alimenta simplemente podría estar bien alimentado. Una pancita llena y el acto de succionar pueden cansar a un recién nacido. Comer requiere mucha energía. Tu bebé también puede estar muy relajado y somnoliento.
Aún así, es importante que tu bebé coma lo suficiente y, si no lo ha hecho, aquí tienes algunas estrategias para despertar a tu pequeñito.
Al igual que nosotros los adultos, los bebés pueden ser exigentes. Es posible que no les gusten ciertas texturas o formas. Si tu bebé está batallando con el biberón, considera cambiar el tamaño y la forma del biberón. Además, observa el chupón y el cuello del biberón y checa que el flujo no sea demasiado lento.
La irritabilidad puede ser el resultado de los gases. Si bien los gases son completamente normales y muy comunes en los bebés, son incómodos. Hacer eructar a tu bebé varias veces durante la alimentación puede darle cierto alivio.
El tipo de biberón o chupón que estás usando puede estar contribuyendo a los gases. Un biberón con ventilación, en ángulo o plegable puede ser mejor, y asegúrate de usar un chupón apropiado para su edad.
Si tu bebé está irritable o llora después de comer, podría ser alérgico a la proteína de la leche de vaca que se encuentra en la mayoría de las fórmulas para bebés. Es una alergia alimenticia para bebés común que puede causar problemas como diarrea, náuseas y vómitos, reflujo y gases. Si sospechas alergia a la leche de vaca, pide cita con el pediatra de tu bebé. Él puede sugerir cambiar a una fórmula hipoalergénica.
Los bebés aún están desarrollando su sistema inmunológico, lo que los deja susceptibles al resfriado común. Y succionar de un biberón puede ser difícil para un bebé si su pequeña nariz está llena de mucosidad. La mayoría de los resfriados son leves y deberían resolverse por sí solos. Algunos remedios caseros, como darle a tu bebé un baño tibio o usar un humidificador, pueden ayudar a abrir las fosas nasales.5
Si bien algunos problemas de alimentación con biberón se pueden manejar en el hogar, un bebé que no se alimenta bien corre el riesgo de deshidratarse y tener deficiencias nutricionales. Habla con tu médico si tienes alguna preocupación o problema que no mejora.
¿No sería genial si tu bebé pudiera decirte que está listo para el almuerzo? Bueno, ya lo está haciendo. Los bebés tienen su propio lenguaje y depende de nosotros interpretarlo. Aquí tienes algunas señales de que tu pequeñito tiene hambre.
Un recién nacido normalmente se alimenta cada dos a tres horas. Durante los primeros días, puede requerir alrededor de media onza por alimentación, aumentando gradualmente de dos a tres onzas por alimentación en dos semanas. Pero está bien darle más si notas señales de hambre.
A los dos meses, los bebés generalmente comerán cada tres a cuatro horas con cuatro a cinco onzas por alimentación. Y a los seis meses, pueden estar comiendo hasta ocho onzas cada cuatro a cinco horas.7
Habla con el pediatra o la enfermera de tu bebé sobre la cantidad de leche o fórmula para bebés adecuada para tu bebé.
En tus días previos a la maternidad, tal vez nunca soñaste que habría tal abundancia de biberones en el mundo de los bebés. Biberones de vidrio, plástico, silicona, plástico con bolsas desechables, autoesterilizables... la lista sigue y sigue. ¿Cómo eliges el correcto? Aquí tienes algunas cosas para considerar al reducir tus opciones de biberón:
Investiga, lee reseñas y pide recomendaciones a familiares, amigos y a tu proveedor de atención médica. Encontrar el biberón óptimo puede llevar algún tiempo, y es posible que debas probar varios antes de decidirte por el mejor para tu bebé.
Las horas de alimentación son momentos especiales para conectarte con tu bebé. Estás cuidando a tu pequeñito con cariño y mimos, expresando amor y construyendo hermosos lazos. Estos son algunos consejos para crear cercanía física y emocional mientras se alimenta con biberón.
Háblale a tu bebé en voz baja y déjalo escuchar el sonido de esa voz familiar que escuchó desde el útero. Léele un cuento o cántale tus canciones de cuna favoritas. A tu bebé no le importará si no tienes un tono perfecto. Cuéntale sobre tu día y prepárate para ese día alegre cuando comience a reírse y balbucear.
El hecho de que no estés amamantando no significa que no puedas tener ese importante contacto piel con piel que puede ayudar a aumentar los niveles de oxitocina. La oxitocina a veces se denomina la “hormona del apego”8 y desempeña un papel en el vínculo y el apego entre papás e hijos. Desabotona o quítate la camisa, quítale la ropa a tu bebé y simplemente acurrúcalo, abrázalo y bésalo. ¿Sientes esa ráfaga de amor? Eso es oxitocina en acción.
El contacto visual es otro disparador de oxitocina. Es difícil negar esa tremenda sensación de conexión que ocurre cuando miras los hermosos ojitos abiertos de tu bebé. Fortalece el vínculo entre ustedes dos y ayuda a que tu bebé se sienta seguro y protegido. Sostén a tu angelito a una distancia de entre 10 a 20 pulgadas, ya que sus habilidades de enfoque ocular aún se están desarrollando.
Si estás lista para presentarle a tu pequeñito comelón la alimentación con biberón, estos son algunos pasos que pueden ayudar a facilitar la transición.
Empieza poco a poco. Intenta reemplazar una sesión diaria de lactancia con un biberón. Y recuerda, no tienes que cambiar a fórmula. Puedes extraer y alimentar a tu bebé con tu leche materna. Haz esto durante una semana completa, luego aumenta gradualmente las sesiones de alimentación con biberón.
No te apresures. Al pasar del pecho al biberón, tómate el tiempo para probar varias posiciones de alimentación o explora diferentes áreas de tu hogar que puedan ayudar a tu bebé (¡y a ti!) a relajarse. Si tienes poco tiempo y tu bebé se resiste mientras intentas acelerar la alimentación, sentirás el estrés. No lo fuerces. Simplemente detente e intenta alimentarlo con biberón otro día.
Comparte la alimentación. A veces, es más probable que un bebé acepte el primer biberón de alguien que no sea mamá. Si estás abrazando a tu bebé, puede confundirse y preguntarse por qué no recibe tu pecho.
Sé paciente. Algunos bebés se destetan fácilmente y otros toman tiempo, así que trata de ser paciente. Cambiar de la única fuente de alimentación que han conocido es un gran problema para tu bebé. ¡Tu angelito en crecimiento usará el biberón muy pronto!
Referencias
2Mecánica de la succión: comparación entre la alimentación con biberón y la lactancia materna
3Preparación y Almacenamiento de Fórmula para Bebés
6Aprende a reconocer cuándo tu bebé tiene hambre o cuándo está lleno
7¿Con Qué Frecuencia y Cuánto Debe Comer Tu Bebé?
8La Oxitocina y las Interacciones Tempranas Entre Papás y Bebés: Una Revisión Sistemática
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