Escuchar atentamente cada llanto.
Hay muchas razones por las que los bebés lloran y cada llanto tiene un sonido distinto. Un llanto de hambre puede ser corto y con un sonido bajo. Los llantos de enojo suenan a enojado. Un llanto de dolor comienza con un chillido agudo, seguido de una larga pausa y luego un llanto. Un pequeño gemido usualmente es cuando está soñando.
Aquí tienes unos consejos de que hacer para calmar a tu bebé:
- Trata de mecer a tu bebé, camina con tu bebé o suavemente balancea de lado a lado.
- Haz eructar a tu bebé para liberar las burbujas de gas atrapadas, o da unas palmaditas o acaricia la espalda de tu bebé.
- Trata un baño tibio.
- Envuelve a tu recién nacido firmemente en una cobijita suave o sujétalo firmemente en tus brazos.
- Toca música suave.
- Checa la temperatura de tu bebé. Si es más de 100° Fahrenheit, puede ser una infección. Llama al pediatra de tu bebé.
Trata de mantener la calma.
Cuando tu bebé no para de llorar, tú puedes sentirte frustrada, pero recuerda mantener la calma. Si necesitas un descanso, pide ayuda o consejo. Si nadie está allí a tu alrededor, acuéstalo a salvo en su cuna por un minuto o dos mientras tú recuperas el aliento.
Nunca, nunca sacudas a un bebé.
Sacudir puede causar ceguera, daño cerebral e incluso la muerte.
Llama al pediatra de tu bebé si tu recién nacido llora persistentemente más de lo usual.