Dando a tu niño pequeño la oportunidad de elegir entre tres claves básicas de la alimentación saludable: ya sea comer, qué comer y cuánto comer, desarrolla el sentido de sí mismo como una persona separada. Es una de las primeras áreas importantes de su vida en las cuales puede tomar algunas decisiones.
Eso no significa que debes entregarle el control total de la alimentación o hacer a un lado la nutrición. Después de todo, esta es una edad importante para establecer preferencias con los alimentos.
A menudo, simplemente conociendo a tu niño y guiarlo por el camino correcto será muy útil, y debes enseñarle hábitos de alimentación saludables sin forzarlo. Para obtener el equilibrio correcto:
Anima a tu niño pequeño a tomar pequeñas decisiones sobre los alimentos, pero no a imponer el menú. Tú todavía decides qué hay en tu cocina y en la mesa: los alimentos que son buenos para tu niño, no comida chatarra ni muchos dulces.
Programa un horario. Ten tres comidas regulares y dos a tres horas de bocadillos por día. Tu niño puede elegir comer al horario asignado o no. Si no tiene hambre, déjalo. Dándole a los niños pequeños opciones a la hora de comer les ayuda a escuchar las señales de hambre naturales de sus cuerpos.
Continúa sirviendo alimentos que no le gusten. Permite a tu niño decidir si lo probará (o no). Puede tomar tiempo (hasta 10 a 15 intentos) para que un niño pequeño se acostumbre a un nuevo sabor o una nueva textura. Deja de rogar y argumentar; solo trata de volver a servirle la comida rechazada la próxima semana.
Espera que tu niño pequeño sea delicado para comer. Casi todos los niños pequeños son delicados en algún punto. A menudo, los niños pequeños tienen breves períodos de preferencias por un solo alimento cuando parecen estar estancados en un alimento o grupo de alimentos. En lugar de rendirse o comenzar una lucha de poder sobre lo que consideras opciones deficientes, continúa sirviendo una gran variedad de opciones saludables y dale opciones a tu niño pequeño.
Mezcla los viejos favoritos con sabores nuevos. Tu niño pequeño podrá decidir si cambiará o no, mientras tú puedes asegurarte que él será nutrido con los alimentos regulares que tienes disponibles. También ayuda mezclar diferentes presentaciones del mismo alimento en veces diferentes: zanahorias al vapor, zanahorias ralladas, puré de zanahorias.
Omite las negociaciones y los sobornos de la comida. Evita suplicar ("un bocado más") o negociar ("si comes tres ejotes, te doy una galleta"). Ni siquiera debes mencionar los méritos de la espinaca. Sólo presenta la comida y deja al niño pequeño decidir si toma una mordida, sin irritarse u obligarlo.
Mantén las porciones de tamaño adecuado para un niño pequeño. Ofreciendo muchos alimentos a los niños pequeños, puede hacer la elección abrumadora. A menudo, sólo bastan algunas cucharadas. Considera que el estómago de un niño pequeño tiene el tamaño de un puño cerrado.
Cédele el control de los utensilios. Para los 15 a 18 meses, tu niño pequeño estará listo para manejar el tenedor o la cuchara (o una combinación de ambos), en lugar de que tú lo alimentes. Sí, es un desorden, pero promueve la independencia. Comiendo con los dedos es bien también.
Comer juntos en familia. Ayuda a tu niño pequeño a verte elegir entre muchos alimentos diferentes.
Mantén un registro de alimentos para tu niño pequeño. ¿Te preocupa cómo come tu niño pequeño? Trata de escribir todo lo que él come por algunos días o incluso una semana. Cuando veas el panorama general, probablemente veas que él está comiendo mejor de lo que creías. De lo contrario, el registro puede demostrar algunas preocupaciones nutricionales en tu próxima visita al pediatra.